Sábado 7 de Diciembre de 2024

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5 de septiembre de 2023

Aixa Franke, una mujer que abrió la pista y revolucionó el automovilismo

Cuándo surgió su pasión por los autos y qué implementa para incentivar a otros.

Aixa Franke debutó como piloto en 2019, pero su pasión por los autos nació cuando, en brazos de su papá, comenzó a ver las carreras de Ayrton Senna. Aunque pasó por muchas categorías -Fiat 600 Light, Top Race y Fórmula Nacional- hoy revoluciona el Sport Prototipo y abre la pista para que otros se animen también.

"Compito y, en simultáneo, te muestro cómo es, te digo que vos podes hacerlo también, organizo actividades, doy cursos de mecánica gratuitos y trato de abrir el automovilismo a todas las clases sociales. Me gusta dar algo a cambio por todo lo bueno que me pasa", confiesa en diálogo con Olé.

A sus 30 años, la oriunda de Bariloche reconoce que siempre supo que en el automovilismo había un lugar para ella pero que encontrarlo no fue nada fácil. "Arranqué corriendo picadas porque para hacerlo profesionalmente necesitaba mucho presupuesto y no era mi caso", rememora. Sin embargo, se las ingenió para cumplir su meta. "Mientras estudiaba empecé un curso de marketing digital y me convertí en influencer de autos. Conseguí sponsors y un lugar para correr en distintas actividades amateurs hasta adquirir experiencia para empaparme", cuenta.

En simultáneo, Aixa también restaura clásicos. "En 2020 me había metido a trabajar como instructora en los rallys de regularidad. Ahí conocí a unos amigos que tenían una colección de autos y no daban a basto. Sabían que me daba maña y que había empezado a estudiar mecánica, entonces me contrataron para que los ayude a mantenerlos. Es uno de mis pasatiempos preferidos", asegura.

Más allá de los costos, su pasión también demanda mucha disciplina y esfuerzo. "Para ser piloto en este nivel lo ideal es practicar con simulador, correr en karting, tener un buen entrenamiento físico, cuidarse con las comidas y dormir bien", explica. Siguiendo con la misma línea, Aixa desmiente a quienes dicen que el automovilismo no es un deporte. "Hay mucho desgaste, se pierden entre dos y tres kilos por carrera. Lo que no se ve es que, con la fuerza g, todos los órganos intentan compensar que se están moviendo y, esa energía que se utiliza, hace bajar mucho de peso", remarca.

Aunque hoy está contenta con sus logros, cuando arrancó a competir sentía que le faltaba una "segunda". En este contexto, tomó una decisión que le cambió la vida. "Empecé a escribirle a chicas que tenían autos y no corrían. Varias de ellas estudiaban ingeniería, entonces propuse juntarnos para formar un equipo de mecánicas", recuerda.

Instalarse en Buenos Aires y encontrar un lugar en el automovilismo implicó luchar. "Cuando arranqué y nadie del ambiente me conocía hubo mucho hate en redes, casi amenazas de muerte. Me decían 'te vamos a ir buscar a tu casa', 'dejá de meterte' y cosas así porque hice una actividad gratuita para mujeres", explica. Acto seguido, detalla: "Hice que se le bonificara la inscripción a 70 chicas para que sepan que esto existe y les di un curso previo para que se animaran. Esto generó mucho revuelo, la gente se enojó y me trataron super mal. Después fueron aflojando: se dieron cuenta de que lo mío es una pasión y se calmó esa ola de negatividad y bronca".

Consultada por el prejuicio que existe para con las mujeres en ambientes deportivos, Aixa recordó una anécdota. "La primera vez que metí un podio vino el padre del que había salido segundo y me dijo 'ja, tuviste suerte'. De esas situaciones hay un montón", relata. En contrapartida, destaca: "Cada vez tengo más seguidoras mujeres a las que les encanta lo que hago, que quieren aprender y venir al Autódromo. Eso es lo importante, abrir las puertas y mostrar que esto es tanto para varones como para chicas".

Recientemente, organizó un evento para nenas. "Vinieron 20 chiquitas de entre 5 y 14 años. Hicimos varias actividades: intervinimos con dibujos la moto de otra corredora, comimos galletitas temáticas. Esas nenas, al inspirarse y ver a otras mujeres subiendo a un auto de carreras, se empoderan por dentro", finaliza.

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