Miércoles 12 de Marzo de 2025

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7 de febrero de 2025

El argentino que pasó de dibujar autos en su pueblo a trabajar en grandes equipos y triunfar en la Fórmula 1

El ingeniero Sergio Rinland trabajó en nueve escuderías y estuvo 20 años en la Máxima. Cómo fue vivir en Inglaterra durante la Guerra de Malvinas. La llamada indiscreta de Nigel Mansell y el estafador que terminó con un histórico team

>La pasión puede llevar a que alguien pueda cumplir un sueño en la vida o en ir más allá. Bien lo sabe Sergio Rinland, que de chico se sentaba en la puerta de su casa en su Cinco Saltos natal para ver el paso de los autos y luego dibujarlos. De aquel juego de un niño, se convirtió en uno de los ingenieros más reconocidos en la Fórmula 1 en los años ochenta y noventa al punto de trabajar en nueve escuderías, incluidas Williams, Brabham y Benetton. Tiene cientos de anécdotas y su forma efusiva de contarlas dan cuenta de un profesional que respira automovilismo.

-¿Cómo nació el amor por los autos?

-¿Cuándo arrancó en el automovilismo nacional?

-¿Y lo de Europa cómo se dio?

-Siempre tuve el sueño de irme a Europa. Cuando vino la F1 acá con Reutemann creció el entusiasmo. Siempre tuve esa ambición de querer diseñar coches de F1. Se fueron dando las circunstancias y cuando me recibí de ingeniero mi papá me pagó un viaje a Inglaterra. Me vine por un par de meses con dinero suficiente para sobrevivir y buscando trabajo. En ese momento no encontré y me volví. Eso fue antes de haber trabajado con Guillermo (Kissling). En ese momento se me acabó la guita y tuve que volver. Tenía pasaje de vuelta. Cuando regresé a Argentina, entré a trabajar con Enrique Benamo (piloto) que también es de Bahía Blanca. Un día me dice me dice que estaba planeando irse a correr la Fórmula 3 Inglesa. No lo pensé dos veces. Terminaba una carrera de Buenos Aires, al día siguiente estábamos en Inglaterra, fuimos a comprar el auto, formamos un equipo y arrancamos la aventura. Yo no regresé a Argentina por dos años.

-Fue difícil. No podíamos salir de Inglaterra porque si salíamos no volvíamos a entrar. Yo una o dos experiencias negativas con gente en la calle, más que nada cuando ya estaban pasaditos de alcohol cuando se enteraban que yo era argentino. Pero en el mundo de las carreras nunca tuve absolutamente ningún problema, ni yo, ni -¿Cómo fueron esas agresiones?

-¿Respecto de Malvinas, qué decían los medios locales?

-Leíamos los diarios ingleses sensacionalistas y era traumático porque nos daban con un caño. Yo me enteraba de lo que iba pasando en Argentina porque me estaba en comunicación con mi papá y los otros argentinos que estaban acá también hablaban por teléfono con sus parientes o sus amigos, comentábamos lo que pasaba allá y nosotros les comentábamos cómo se veía acá.

-Hay una historia conocida entre Senna y Quique Mansilla en la que usted se involucró...

-¿Qué sacrificios hizo en aquellos inicios en Europa?

-¿Qué recuerda de su primera experiencia en un equipo de F1?

-Fue con RAM, en 1983. Ellos vieron el auto que hice para PRS en la Fórmula Ford 2000. Cuando PRC tuvo problemas económicos y tuvo que cerrar. Al poco tiempo tuve una oferta en F1 de John Macdonald, para RAM y me dijo que podía trabajar en el mejor equipo de Fórmula 2 o Fórmula 3, o trabajar con un equipo de cola de Fórmula 1 y que no iba a aprender lo mismo. Yo era joven, muy ambicioso y se me abrió una puerta en F1. Entré de cabeza. Fue interesante. Junto con Gustav Brunner diseñamos el auto del ’84 y ‘85. Al final se nos unió otro dibujante. En cuatro meses lo hicimos y no te cuento las horas de trabajo o lo poco que dormía.

-Con mucho trabajo. Gustav siendo austriaco, él venía con su método de trabajo y de diseño de allá que muy parecido a los nuestros en Argentina. Él dibujaba con tinta. O sea, que todos los planos del RAM lo hicimos en tinta que es mucho más difícil. Trabajábamos muchas horas y nos turnábamos: yo trabajaba de día y él de noche. Entonces nos juntábamos a la tarde y él llegaba a eso de las 19 y estábamos juntos hasta las 22. Yo me volvía a casa, comía, dormía. A la mañana siguiente volvía. Me empalmaba con él una hora, hora y media. Él se iba a dormir y yo seguía trabajando durante el día. Él se ocupaba de una parte y yo diseñé todo lo que era el monocasco, carrocería y suspensión delantera. Él dibujaba el tanque del motor y la caja de cambios, que era una joya. Lo que nos quedó colgado fueron los portamazas, los brazos de suspensión y la parte de la suspensión de afuera, que lo teníamos en un esquema, en un ensamble del dibujo, pero no teníamos los detalles de fabricación. Entonces tuvimos que contratar a este dibujante para que nos haga los planos de fabricación de los de los elementos metálicos, porque ninguno de los dos tenía tiempo de hacerlo. Este fue mi primer proyecto con materiales compuestos con fibra de carbono y aprendí su enormidad. Cuando no sabes nada, aprendes mucho. Después me contrató Williams como diseñador de monocasco de fibra de carbono. O sea que no había muchos especialistas en ese momento.

-¿Qué lo marcó de esa F1 con los motores turbo de la recarga de combustible en esa época?

-¿Cómo ingresó en Williams?

-¿Cómo era Frank Williams?

-¿Alguna anécdota con Nigel Mansell?

-¿Qué pasó?

-¿Cómo era trabajar con Ecclestone?

-¿Qué historia recuerda con Bernie?

-Él ya manejaba la categoría en esa época...

-¿Cuál fue el secreto del podio en Mónaco 1989 con Brabham?

-¿Y lo de Dallara?

-¿Cómo vivió desde adentro el final de Brabham?

-¿Y qué pasó con él?

-También trabajó en Benetton, ¿qué le pareció Briatore?

-¿Cómo es el túnel de pruebas que armó en una vía abandonada?

-¿Qué piensa de los cambios que se avecinan en la F1 para 2026?

SERGIO RINLAND:

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