21 de abril de 2025
El hijo de Romina Yan debutó en el automovilismo: “Mi madre hoy hubiese sido mi fan número uno”

Valentín Yankelevich corrió sus primeras carreras en autos con techo. Fue en el flamante Turismo Carretera 2000. No desentonó. Por qué su abuelo Gustavo es clave en su historia como piloto
En el escenario patagónico se lo vio con su abuelo, Gustavo Yankelevich, quien es una persona clave en su decisión de dedicarse al automovilismo. Luego del estreno en sociedad, Valentín aceptó el mano a mano con Infobae.
-¿Cómo nació tu amor por el automovilismo?-La verdad que mi familia siempre nos permitió “volar” y tratar de que nos acerquemos a lo que más nos gustaba a cada uno de nosotros. Ahí mi pasión con el automovilismo tiene una historia un poco más retorcida porque siempre estuve cerca, pero distintos motivos me fui alejando. Hasta que hubo un momento de definición en el que yo no me encontraba personalmente, que no estaba contento con lo que estaba haciendo y surgió la posibilidad de arrancar a correr en karting.-Estudiaba Economía y había intentado trabajar o ayudar a mi familia en lo que sería la producción. Pero no me encontraba. No me gustaba y al final del día me iba a la cama y pensaba “no lo disfruté”. Por eso lo de la historia retorcida y capaz es un poco triste decirlo, pero yo mismo había alejado de ese sueño de ser piloto por estas distintas razones.
-¿Cómo tomaste la decisión de ser piloto?Luego de esos primeros ensayos Valentín comenzó a correr en karting y el año paso hizo sus primeras armas en autos con techo, con su actual equipo, pero en el TC 2000. Como corre con el patrocinio de la mencionada petrolera, se pasó a la escisión que tuvo como destino la ACTC. Conforma un equipo múltiple campeón a cargo de Marcelo Ambrogio y corre con un Renault Fluence. Como el resto de los coches de la categoría tienen motores Berta V6, que hoy alcanzan los 380 caballos, pero podrían llegar a 530 HP. Sus primeras participaciones fueron en un marco multitudinario ya que compartió escenario con el Turismo Carretera.
-¿De chico, qué categorías mirabas?-¿Quién es tu referente como piloto?
-Tengo una historia un poco graciosa, ya que iba al mismo colegio de la nieta del Flaco Traverso y ahí fue la primera vez que vi un piloto en vivo y en directo. La verdad que un crack, para mí es uno de los mejores que hubo en la Argentina y sobre todo su actitud fuera de la pista y arriba del auto. Luego, también me pasó lo mismo con el Pato Silva. Pero tengo un gran respeto por todos los pilotos porque mientras más dentro estoy, más entiendo los riesgos y las dificultades que tienen.-Es un privilegio. Tuvimos una prueba en Córdoba previa a la carrera de Neuquén y ahí pude compartir con él ya que estábamos en el mismo hotel. Yo estaba con auto y él no, y lo llevé y la verdad que fue un viaje de media hora hablando de todo y aproveché a preguntarle por su experiencia y me dio varios consejos. Agustín es uno de los mejores pilotos de la Argentina, pero llegó al equipo y nos comenzó a ayudar a todos los pilotos. No se guarda nada, es un gran compañero. Por ejemplo, en una tanda de ensayos en Neuquén yo tenía un problema con los espejos, no veía bien y en un momento veo pasar el auto de Agustín y lo tapé porque encima yo venía medio lento. Cuando vuelvo al box dije “me va a querer matar”. Le voy a pedir disculpas y me dice “no, Valen, quedate tranquilo, es tu primera carrera, tenés que aprender así que no te preocupes”. Lo hace todo muy ameno.
-¿Cómo fue el debut en ante una multitud en el mundo del TC?-¿Qué objetivo tenés en este primer año?
-En mi primera carrera quería terminar y pude hacerlo dentro de los diez primeros. Si me pongo expectativas a corto plazo muy altas, es más fácil frustrarse. Acá lo importante es que vaya ganando experiencia, cuidar el coche y evitar problemas con otro corredor. Hoy el resultado es secundario.-Fue muy complicada la final, una odisea. Imagínate que el TC no pudo correr. En nuestra carrera hubo momentos que uno iba en la recta y no se veía nada. Pero fue una condición más que se dio por la geografía de donde estábamos y tampoco hay que darle mucha vuelta, solo ponerle el pecho. Lo disfruté mucho y así fue en cada salida a pista, ya sea el entrenamiento, clasificación o las dos carreras que hubo, yo bajaba del auto feliz, agradecido a todo el mundo que estaba alrededor, que había sido parte de este camino. Fue una felicidad muy grande para mí.
-Esa pregunta me la hice muchas veces, porque muchas veces trato de pensar en qué hubiera dicho, en cómo hubiera estado. Creo que al principio tendría miedo, pero como también a ella le importaba mucho que nosotros estemos bien y hagamos lo que nos gustaba, creo que al fin de cuentas ese miedo se iba a ir e iba a ser mi fan número uno e iba a estar en todas las carreras. No se iba a perder ninguna, de eso estoy seguro. Quizá lo hubiese vivido con nerviosismo a la hora de ver una carrera. Pero creo que estaría orgullosa de mí, por sobre todas las cosas que he pasado en la vida y las he logrado sacar adelante. Estaría muy feliz de que estoy haciendo lo que me el alma y el corazón. Y eso es lo más importante.
-¿Recordás alguna historia con ella vinculada al automovilismo cuando eras chico?-¿Pensás dedicarte de lleno al automovilismo?
Valentín Yankelevich se muestra muy feliz por haber cumplido su primer sueño en el automovilismo. Ese fin de semana en Neuquén cada vez que se bajó del auto recibió el abrazo de su abuelo Gustavo, quien lo acompañó en cada momento. La emoción de ambos fue muy grande. Y desde el cielo, su madre también debe haber disfrutado al ver tan feliz a este joven que de chico jugaba con un karting eléctrico y hoy se convirtió en piloto profesional.