24 de octubre de 2024
Qué necesita el Autódromo porteño para recibir a la Fórmula 1: las obras que se vienen y el efecto Colapinto

Infobae habló con Carlos Bertrán inspector de la FIA, quien explicó todos trabajos para llevar al escenario de la ciudad de Buenos Aires a Grado 1. Cómo sería el circuito que se usaría. Cuánto cuesta organizar el evento. La última carrera fue en 1998. Todos los detalles para recuperar a la Máxima
Desde hace tres semanas, el Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, encabeza las gestiones para poder recuperar la fecha. Aseguró que la Argentina está preparada para albergar a la F1 y la fecha probable es para 2027. Su agenda marca que el viernes 1 de noviembre se reunirá con el CEO de FOM, Stefano Domenicali, en el marco del Gran Premio de San Pablo, en Brasil. El encuentro fue promovido por el presidente del Automóvil Club Argentino (ACA), César Carman, quien también estará en el Autódromo José Carlos Pace de la capital paulista.
El pasado fin de semana en Austin, Martín Migoya, CEO de Globant, empresa de ingeniería de software y tecnología de la información fundada en la Argentina, invitó a Carman y a otros referentes del ACA a un encuentro con Domenicali, quien habló de la chance del retorno: “Espero de verdad que todo esto, todo lo que estás haciendo por tu país y también lo que está haciendo Franco, es genial para tu país y ojalá le dé, una vez más, ojalá más pronto que tarde la posibilidad de que no sean sedes en la región sólo México y Sao Paulo en Brasil... ¿Por qué no?”, le dijo Domenicali a Migoya.
En tanto que Felipe Mc Gough, el argentino más influyente en el mundo de la F1 en los últimos 40 años, le afirma a este medio que “la Argentina siempre está en el espectro de la F1 y tenemos una relación desde que nació la categoría. El Autódromo hoy está reasfaltado, pero faltan muchas tareas. Hemos hablado con la gente del Gobierno de la Ciudad sobre los trabajos que puedan hacerse, pero hoy una ventana es difícil porque hay seis carreras en el continente americano, es el 25 por ciento calendario, salvo que se caiga una carrera será muy difícil”.
Mc Gough es el promotor del TCR South America, la filial regional de la categoría de autos de turismos que revolucionó el mundo. El diálogo fue en la fecha corrida en Buenos Aires. Sobre los montos necesarios para tener la F1, revela que “debe estar por encima de los 40 millones de dólares por año y los contratos van de tres a cinco años. Lo ideal es por cinco años para armar la logística del tema al ser 24 carreras. Como está planteado el calendario debería ser al final junto al Gran Premio de Brasil ya que no tiene sentido otra fecha por un tema de logística y gastos”.Para ir a fondo sobre el tema, Infobae también habló con Carlos Bertrand, inspector de la FIA, quien explicó las obras necesarias en el Coliseo porteño para volver a ser sede de la Máxima, cuya última visita fue el 12 de abril de 1998, cuando ganó Michael Schumacher con Ferrari. Ese día también corrió un argentino, Esteban Tuero, quien desertó por un choque con su Minardi. Bertrand ya trabajaba para la FIA en esos años y estuvo en la Argentina. “Aquí hay una afición loquísima que no existe en ningún lugar de Europa, ni los ingleses”, subraya.
Sobre la posible vuelta de la F1 a la Argentina, confiesa que “hablaron con nosotros y nos dijeron ‘hay que buscar un circuito para que pueda correr la F1′. Ese circuito en principio podría ser Termas de Río Hondo, que es Grado 2 y para ser 1 debería hacer muy pocas cosas como reemplazar todos los muñecos de goma porque al estar cerca del lago los tornillos se han ido oxidando, cambiar las vallas de contención y el problema que tiene Termas es que es una zona muy poco poblada y sin capacidad hotelera para contener la avalancha de gente que se necesita para la F1″.A diferencia de la última visita de la F1, hoy se cambiaría el diseño del circuito en el que podría correrse en Buenos Aires: “La última vez que la F1 corrió en la Argentina era una época en la que se buscaban circuitos lentos luego de lo ocurrido con Ayrton Senna y Roland Ratzenberger en Imola 1994. En los últimos tiempos la tendencia cambió y ahora se están buscando circuitos con un mínimo de tres zonas de DRS para tener esas zonas de adelantamiento”.
En el Juan y Oscar Gálvez, los actuales boxes que se construyeron en 1994 para la carrera de F1 de 1995, se pueden mantener. “Tienen un largo de 15,5 metros y hoy se piden de 16 metros. Yo lo aprobaría, pero caso contrario, se puede prolongar la base con hormigón para llegar a esa medida”. Además, hay que edificar más garajes: “Hay 16 boxes dobles que serían 32 y la F1 está requiriendo 40 porque hay equipos, que son los más importantes, que usan de 3 garages, algo que está estipulado por contrato”, explica el español.En cuanto “al Race Control está bien”. Se trata del “Control de Carrera”, que es donde se ubican los comisarios deportivos quienes analizan las maniobras en pista y aplicar sanciones en caso de que sea necesario. Es como el VAR del automovilismo. Según se desprende del testimonio de Bertrand, no hay que hacer un edificio especial para ello y con el existente hoy en Buenos Aires alcanza.
Aunque hay que demoler los viejos boxes del sector interno porque “hay que ganar espacio en el paddock (toda la zona de boxes) y habría que tirar abajo los boxes viejos lo que permitiría ganar 5.000 metros cuadrados. Hoy tiene 12.000 metros cuadrados”. Sobre este espacio se deben destinar “5.000 metros cuadrados planos que son para los estudios de TV de la FOM”.En cuanto a la pista, indica que “ya se hizo un repavimentado el año pasado y ahora lo que falta es respetar los 15 metros o más de ancho”. En función de poder emplear las variantes más rápidas como toda la zona de las rectas del lago, aclara que “hay que llevar el ancho de esas rectas de 9 metros a 15. Hay que hacer un diseño para que haya más vías de escapes al llegar al curvón Salotto, que es un sector a donde un F1 llegaría a 320 km/h”.Bertrand aclara que si se usa la zona del lago los muros que se ubican allí quedarán obsoletos y deberán reemplazarse. “En cuanto a los muñecos de gomas que sirven para la contención de los impactos, sostiene que es necesario el conveyor belt que es la goma que se pone por delante de los muñecos de neumáticos”, apunta sobre las defensas.
Siguiendo con el tema de seguridad, hace hincapié en la protección del público y es menester “la colocación de vallas de acero contención de 3,5 metros de altura”. En tanto que “para el drenaje hay que poner un cordón de alcantarillas que sea perimetral a la pista”. Este es un asunto que afecta al Autódromo desde hace décadas y por caso el año pasado se debió cancelar la final de la Clase 3 de Turismo Nacional debido a que la pista se anegó.En cuanto al presupuesto, hay que esperar a hacer las simulaciones y a partir de ahí se proyectan los trabajos, se arma el plan y luego se deben efectuar las licitaciones públicas ya que el Autódromo de Buenos Aires pertenece al Estado porteño y es el predio más grande de la Ciudad con 180 hectáreas.
Este medio pudo saber que en los próximos días comenzarán trabajos en el Autódromo de Buenos Aires y se extenderán hasta febrero o marzo, pero no afectarán la actividad ya que hay compromisos con categorías y otros eventos. Se mejorarán en aspectos de seguridad para poder conseguir la homologación del Grado 2 del Circuito 6 (4.322 metros), que es el último utilizado por la F1 entre 1995 y 1998. La inspección para formalizar ese objetivo sería entre abril y mayo de 2025. De conseguirlo, ese trazado estará habilitado para recibir a cualquier categoría, menos la F1. Es un trazado trabado y el 2 de octubre consiguió la rúbrica para el Grado 4. Los trabajos serán:- Para plasmar la vuelta de la F1 amerita una inversión que en principio llegaría a 200 millones de dólares para comprometer un contrato de cinco años, al menos para asegurar las fechas. A eso hay que sumarle el costo de las obras en el Autódromo. El tiempo dirá si se concretará este nuevo intento por repatriar a la Máxima, el que si bien amerita esa enorme inversión también produce un impacto económico. Por ejemplo, en Brasil, llega a ser en cada año unos 1.500 millones de reales (263 millones de dólares o 244 millones de euros), según estimaciones del alcalde de la ciudad de San Pablo, Ricardo Nunes, en datos reproducidos por ESPN.