Miércoles 15 de Enero de 2025

Hoy es Miércoles 15 de Enero de 2025 y son las 15:43 -

15 de enero de 2025

La leyenda del Rally Dakar que superó un cáncer y ayuda a su hijo para que vuelva a caminar: “Aprendí a no bajar los brazos”

Nani Roma ganó en motos y autos, pero tuvo impactos personales que le cambiaron la perspectiva de la vida. “En África hay gente que no tiene nada y sonríe igual”, reflexionó ante Infobae el piloto oficial de Ford

>(Desde Arabia Saudita) Nani Roma es una leyenda del deporte español, ya que es el primer piloto de aquel país en ganar el Rally Dakar, cuando lo consiguió en motos en 2004, en África y con una KTM. Diez años más tarde repitió en autos, ya en Sudamérica, a bordo de un Mini. Logró todo, el éxito, la gloria, pero de repente, la vida lo enfrentó a duros golpes. Se convirtió en un luchador y superó un cáncer de vejiga y hoy acompaña a su hijo Marc, quien también es piloto y quedó parapléjico luego de un accidente en motocross y busca volver a caminar mediante un exoesqueleto.

-¿Cómo llevás este Rally Dakar quedando sin chances desde la segunda etapa?

-¿Qué te sorprendió del rendimiento del prototipo Raptor?

-¿Qué pensás de haber puesto las 48 horas en el inicio de la carrera?

-Para mí es demasiado pronto. Ya le dije a David Castera (el director de la carrera). Creo que las “48 Horas” es una etapa muy bonita. Creo que la misma etapa de 500 o 600 kilómetros en un día hubiera estado muy bien. Pero fue un poco prematuro porque mucha gente y yo mismo nos quedamos fuera de la pelea ya el segundo día.

-Con mucha paciencia. Es una carrera compleja, larga, de estrategia, de saber tomar los ritmos. El Dakar es una carrera para entenderla mucho, saber el momento en que puedes atacar, el que tienes que frenar. Por tanto, es una carrera compleja y no es fácil de ganar.

-¿Qué recuerdas de Argentina?

-¿Cómo era correr en África?

-Era diferente, ni mejor ni peor, porque siempre creo que cada tiempo tiene cosas positivas y los tiempos pasados lo único que eran diferentes, con menos lujos, más días de carrera, unos 20. Era un reto, un reto muy y más importante que el de ahora.

-A nivel personal aprendí a valorar mucho lo que tenemos en casa. De lo afortunados que somos de haber nacido donde hemos nacido, de tener lo que tenemos. De que todo el día nos quejamos por todo, no estamos nunca contentos y tenemos todo. Y en África tienen muy poco y están siempre felices. Es fuerte ver a los africanos siempre con una sonrisa. Y nosotros, con la estupidez humana de tener de todo y no estar nunca contentos con nada y siempre querer más. Eso me ayudó mucho en la vida.

-¿Cómo fue la historia del cáncer?

-¿Cómo lo detectaron?

-Me dolía la espalda. Pensaba que tenía una piedra en el riñón y resulta que era un tumor en la vejiga. Puede ser que se hubiera desplazado y no me hubiera dado señales. Ese es el problema del cáncer en general. Por eso insisto que, si te duele algo, te pasa algo, quizá ya lo tienes muy desarrollado y esto cuesta más. Por tanto, hay que hacerse los controles, aunque a la gente no nos guste mucho ir al médico a una cierta edad. También te digo que yo me hago análisis, me controlo muchísimo por mi trabajo. Y me pasó. O sea que no fumo, no bebo y tengo una vida de deportista. Y mi cáncer era un cáncer de alguien que es fumador. O sea que imagínate la locura de la vida. La verdad es que un cáncer hasta los cinco años no estás curado. Ahora llevo tres y por ahora todos los controles están bien. Hay que animar a toda la gente que luche fuerte, que no es fácil, pero no bajar los brazos ayuda mucho.

-Él pues también está un poco con una gran lucha. Por eso te digo que el problema del automovilismo es todo relativo. En la vida los problemas que tienen solución no son problemas. Los problemas con solución difícil, eso sí que es un problema. Ahora Marc está luchando. Está trabajando mucho. Es un chaval muy fuerte, muy duro y estamos cerca, a su lado para acompañarlo.

COMPARTIR:

Comentarios